En la vida es normal equivocarse y hacer las cosas mal; yo lo he hecho muchas veces. La que te diferencia ,según mi punto de vista, es si logras levantarte con éxito, pides disculpas y intentas corregir el motivo por el que la cagaste.

Este es el caso del restaurante la Mandarina, tuvo unos días malos (muy malos) justamente cuando fuimos nosotros a cenar (mi novia y yo), después escribí un post decepcionado y algo cabreado. El dueño lo vio y me pidió una segunda oportunidad. Y la aprovechó ayer ofreciéndonos unos buenos platos vegetarianos y con una rapidez sobradamente mejor que la primera vez que fui.

Supongo que debieron priorizar nuestro servicio pero observamos que a las otras mesas iban también a una buena velocidad. El dueño nos contó que tuvo un problema grave con el personal justo antes de ir nosotros y que habían tenido que tirar de improvisación y prisas. Debieron cerrar y practicar y mejorar en privado y no lo hicieron pero ayer se notó que lo tenia mucho más rodado.

Comimos de primero un plato de ensalada con queso brie y mermelada de fresa que estaba bastante bien, es más, creo que les copiaré la receta para hacerlo en casa. El aspecto nada tenía que ver con la ensalada que comimos la primera vez.

De segundo Vicky se pidió una lasaña que estaba muy buena

Y yo me pedí un plato que no recuerdo el nombre pero era con una base de maíz amasado que estaba bueno pero un poco menos que la lasaña (nota mental: pedir lo que pide Vicky :P)

Por último nos sirvieron un poco de los tres postres de la carta, pastel de zanahoria, de mandarina, mató y todo acompañado de chocolate. A mi el chocolate desecho y de postres no me gusta pero el pastel de zanahoria no estaba mal pero comparado con el de Lujuria Vegana le faltaba bastante. Si pudieran igualarlo (o llegar a un acuerdo con ellos y comprarlo) seguro que les daría un punto extra a su menú.

En resumen, comimos bien y el precio si vas con oferta (19,95) es muy atractivo para ser un sábado noche.